ACCIÓN Y DESCRIPCIÓN
TARAXACUM OFFICINALE (DIENTE DE LEON)
Partes usadas: Raíces, rizomas y hojas.
Es una planta perenne con un corto rizoma vertical, del que salen las raíces. Los tallos son bastante peludos, aunque carecen de hojas, y al final aparecen las inflorescencias, que son capítulos solitarios y convexos, de 3-5 cm de ancho. Las flores son liguliformes y amarillas, generalmente con una banda parda. Los frutos son aquenios pardos, coronados por un vilano con un penacho de pelos.
Las raíces y el rizoma son pivotantes, y no existe una clara diferenciación entre ellos, por lo que se usan ambas partes.
Las hojas son glabras y aparecen dispuestas en una roseta basal. Tienen un peciolo, a menudo alado, de color púrpura. Pueden ser enteras, pero con el tiempo pasan a runcinadas. Los lóbulos son más o menos triangulares y agudos.
Por su parte, en el corte transversal de las hojas, destaca un nervio central muy grueso, rico en haces vasculares y conductos laticíferos. Estos tubos de látex aparecen también en el mesófilo. La hoja de diente de león tiene unos pelos tectores pluricelulares y uniseriados.
El diente de león tiene un olor característico y un sabor amargo.
- Indicaciones tradicionales:
Tratamiento sintomático de digestiones difíciles, especialmente de origen biliar.
Se usa para favorecer la producción y eliminación de orina, y como coadyuvante en trastornos urinarios leves.
El diente de león se puede tomar antes o después de las comidas, pero en caso de dispepsia biliar se recomienda administrarlo media hora antes para incrementar la secreción de bilis inducida por los alimentos.
Se aconseja aportar una adecuada cantidad de agua durante el tratamiento (unos dos litros diarios) para favorecer los efectos diuréticos del diente de león.
MODO DE EMPLEO
Producto tradicional a base de diente de león, una planta que puede favorecer la eliminación de toxinas al estimular la secreción de bilis, y ejercer efecto diurético y laxante.
Las infusiones se realizan poniendo una cucharada en una taza, a la que se añade agua hirviendo. Se deja reposar durante varios minutos, tapando la taza para evitar la pérdida de compuestos volátiles. A continuación se puede endulzar con azúcar, edulcorantes artificiales o miel.
Se pueden tomar 2-3 tazas al día, antes de las comidas.